La traducción de textos económicos IV
Características de la traducción económica (inglés-español) y principales dificultades a las que se enfrenta el traductor económico.
Si partimos de la constatación innegable de que el mercado laboral de la traducción es competitivo debemos preguntarnos entonces qué peculiaridades y dificultades tiene el ámbito de la traducción de textos económicos que hacen que este sea un sector menos competitivo que otros, por qué es menor la oferta de traductores económico-financieros, y por qué resulta más rentable prestar servicios en este ámbito de la traducción.
Ámbito de especialidad dinámico y cambiante
Solo tenemos que leer la sección de Economía o Finanzas de los periódicos nacionales e internacionales para poder extraer la conclusión de que el ámbito de especialidad que nos ocupa está en constante ebullición. De la noche a la mañana las empresas están en suspensión de pagos, se fusionan y se compran, desaparecen, reclaman financiación mediante emisiones de bonos, salen a bolsa, quiebran bancos, quiebran Estados y el euro está en peligro. Estamos viviendo una nueva época, una acumulación de cambios ininterrumpidos en el marco de un proceso turbulento.
El carácter dinámico y cambiante de la economía y los negocios —dentro de este ámbito, el sector de las finanzas es indudablemente el más dinámico—,trae consigo la necesidad de que el traductor sea un profesional flexible y polivalente, esto es, capaz de adaptarse a los cambios que se producen en este ámbito de especialidad y de estar al día respecto de la nueva terminología que se acuña constantemente como consecuencia de tales cambios. Asimismo, el profesional de la traducción económica deberá estar al corriente de las innovaciones tecnológicas, y contar con herramientas de traducción —software de gestión terminológica, memorias de traducción, traducción asistida, etc.—y disponer de los recursos documentales necesarios que le permitan colmar las lagunas de conocimiento temático, conceptual y terminológico a las que tenga que enfrentarse en su tarea profesional con el fin de entregar un producto final de calidad.
Amplitud y heterogeneidad del área de conocimiento y de la actividad profesional. Complejidad y dificultad de la actividad traductora
Otra de las peculiaridades que presenta el ámbito de la traducción económica y de negocios es la gran complejidad y la enorme dificultad que la tarea traductora entraña. Esta complejidad se explica por la propia complejidad de la realidad global de hoy en día —son innumerables las interrelaciones que existen entre los países y las transacciones de negocios que se materializan entre las multinacionales (estas últimas han cobrado un protagonismo social importante)—.
Como comentábamos al comienzo de este capítulo, múltiples son las necesidades de negocio que tienen lugar más allá de las fronteras de los países en las que se utiliza el lenguaje económico —entendido este en sentido amplio—, que dan lugar a una dilatada tipología de documentos. La amplitud de esta variedad lingüística profesional se pone de manifiesto, como apuntamos en el apartado siguiente, en la gran variedad de disciplinas que se agrupan en los textos. La frontera entre estas áreas temáticas es a menudo muy difusa. Muchas veces es imposible catalogar los términos o los conceptos como pertenecientes a una única área temática. Resulta pues complicado abordar este ámbito de especialidad como un todo unitario dado el número de áreas de conocimiento que en él coexisten y la imposibilidad de separarlas.
Sin duda alguna esta convivencia de disciplinas es una de las principales dificultades de la traducción en este ámbito de especialidad. Este hecho hace que la labor que desarrolla el traductor sea muy enriquecedora pero supone, al mismo tiempo, un reto importante de formación para el profesional. Es necesario que el traductor no solo tenga conocimientos lingüísticos, tanto en lengua origen como en lengua meta, sino también dominio de la terminología y fraseología propias de los distintos registros, y conocimientos temáticos básicos de las diferentes áreas de temáticas que coexisten en los textos. De igual modo, otras competencias como la textual, documental, el dominio de las nuevas tecnologías y la competencia profesional son imprescindibles para elaborar un texto meta de calidad.
Por lo apuntado anteriormente, como veremos en el apartado siguiente, es necesario que el traductor conozca las características de los diferentes registros para poder producir un texto meta fluido y riguroso.
Existe un amplio abanico de textos que se producen en el seno de las innumerables transacciones del mundo de los negocios —sin duda los más frecuentes en el mercado laboral de la traducción en este ámbito de especialidad—en los que el discurso jurídico coexiste con el financiero y el empresarial. Pongamos, para ilustrar esta afirmación, algunos ejemplos de los llamados textos híbridos, en los que los distintos registros son difíciles de desligar. Muchos de los documentos objeto de traducción que se firman en el mundo de negocios, como por ejemplo los acuerdos de accionistas (shareholders’ agreement), acuerdos de fusión y adquisición de empresas (mergers and acquisition agreements) o los contratos de compraventa de acciones (stock sales agreement/shares sales agreement) presentan un registro tanto jurídico —utilizan la fraseología y terminología propias de los contratos y poseen rasgos sintácticos y estilísticos propios del lenguaje jurídico— como financiero —versan, entre otros asuntos, sobre distintos aspectos relacionados con las acciones de la sociedad— y contable —en estos textos suele haber una cláusula dedicada a la contabilidad de la empresa en la que se hace referencia a las cuentas anuales (annual accounts) o los estados financieros (financial statements) de la sociedad y en la que la competencia temática y terminológica del traductor en materia contable resulta fundamental para elaborar un texto meta con cierto rigor y precisión—.
Asimismo, las actas de las reuniones del consejo de administración o de las juntas generales de accionistas de las sociedades anónimas (minutes of the board of directors’ meetings and minutes of the shareholders’ meetings) en las que se aprueban operaciones financieras —por ejemplo, una emisión de bonos, una OPA, una OPV, una OPS—, son un encargo de traducción muy frecuente en el mercado profesional de la traducción y en ellas coexiste la jerga jurídica, financiera y empresarial.
Los poderes de representación, por ejemplo, son un documento frecuente en las operaciones de negocios realizadas entre individuos o empresas en distintos países. Aunque podrían considerarse como un tipo textual o género calificable de jurídico por pertenecer al mundo del derecho, en los poderes de representación generales (general powers of attorney) —en los que una persona, llamada principal o poderdante, concede poderes a otra, llamada apoderado o poderdado, para que lleve a cabo cualquier operación jurídica, comercial o financiera en su nombre y representación—, dejando a un lado los términos jurídicos propios de este tipo textual que mencionábamos anteriormente, los términos más numerosos son los pertenecientes al campo de las finanzas y del comercio. A continuación, y con el fin de probar esta afirmación, presentamos una selección, a título meramente enunciativo, de los términos más frecuentes que aparecen en los poderes de representación general en lengua inglesa, en concreto en los poderes de representación generales de Estados Unidos, y presentamos entre paréntesis su equivalente dinámico en lengua española: endorse (endosar), draw (librar), order (pedido), cheques (cheques), bills of exchange (letras de cambio), note (pagaré), loan (préstamo), credit facilities (facilidades de crédito), draft (giro bancario), security (garantía) , securities (valores), bill of lading (conocimiento de embarque), stocks (acciones), bonds (bonos), insurance policies (pólizas de seguros), letters of credit (cartas de crédito), wire transfer (transferencia bancaria), paper (papel/efectos comerciales), time deposits (depósitos a plazos), etc.
Otro ejemplo muy revelador de la confluencia de diferentes áreas temáticas y distintos lenguajes de especialidad, que ya hemos mencionado en anteriores trabajos, son los planes de opciones sobre acciones (share option plans/stock option plans). Se trata de textos que conceden a los directivos o a otros empleados de determinadas empresas la posibilidad de comprar, normalmente a un precio inferior al precio de mercado, acciones de la propia empresa. En estos documentos confluyen aspectos financieros, económicos, mercantiles, laborales y tributarios.
Los estados financieros o cuentas anuales (financial statements/annual accounts) que las empresas que cotizan en bolsa están obligadas a publicar por ley, son otro encargo muy frecuente en la práctica profesional de la traducción. En este tipo textual del mundo de la contabilidad hay una parte del documento que recibe el nombre de “notas a los estados financieros” (notes to the financial statements), también llamado “memoria”, que suele constituir aproximadamente un 80 o un 90% de la totalidad de los estados financieros de la empresa. En la memoria encontramos terminología y conceptos contables, financieros, empresariales y jurídicos.
Las letras de cambio, cheques y pagarés, por su parte, son documentos bancarios de crédito que se utilizan en el ámbito de la banca y las finanzas. A su vez, estos textos producen efectos jurídicos y constan regulados en el Código de Comercio.
En las operaciones de leasing o arrendamiento financiero y de renting o alquiler sin opción de compra cohabita el campo del comercio con el de las finanzas.
En los Business Plan o planes de negocio la jerga financiera coexiste con la jerga contable, comercial y del mundo del marketing.
Cabe señalar que la amplitud de áreas de conocimiento que encontramos en los textos de la economía y los negocios hace que sea necesaria, como hemos apuntado anteriormente, la formación continua por parte del traductor con el fin de adquirir los conocimientos temáticos o enciclopédicos mínimos para la elaboración de un texto meta exacto y riguroso. A nuestro parecer, debe existir un proceso permanente de interacción entre formación y trabajo que resulta esencial en este ámbito de la traducción especializada. La formación del traductor debe producirse durante toda la etapa profesional, con el fin de que este pueda ofrecer calidad y marcar una diferencia competitiva respecto del resto de traductores del mercado laboral. Se trata de la necesidad de añadir valor mediante la especialización. Además, en nuestra opinión, la formación del traductor profesional debe ser multidisciplinar y amplia, capaz de englobar diferentes aspectos: competencia documental, conocimientos sobre cada cliente, formación en terminología, conocimientos sobre las distintas áreas del saber que confluyen en este ámbito de especialidad, sobre herramientas informáticas y sobre los distintos aspectos de la actividad profesional. Esta formación continua y permanente especialización se consigue por el traductor a través de la experiencia en el ámbito de la empresa, por medio de cursos de posgrado o mediante el autoaprendizaje, etc.
En el ámbito de las finanzas, por ejemplo, el traductor se ve obligado a actualizar constantemente sus conocimientos conceptuales y terminológicos ya que la aparición de nuevos productos financieros es constante en esta especialidad. Los nuevos términos y expresiones que aparecen a ritmo de vértigo hacen que el traductor tenga que “reciclarse” continuamente. A menudo no es fácil para el traductor asimilar la ingente cantidad de neologismos que surgen en lengua inglesa y que se incorporan a nuestra lengua.
La heterogeneidad en este ámbito de especialidad se hace patente no solo en los textos sino también en la gran variedad de clientes que pueden subcontratar la traducción de estos textos y en las diferentes circunstancias que concurren en cada encargo de traducción. Los demandantes de servicios de traducción van desde las agencias de traducción —el intermediario por excelencia en el sector—, entidades bancarias, empresas multinacionales, bufetes de abogados con proyección internacional, empresas consultoras, organismos nacionales e internacionales del ámbito de la economía, etc.
A juzgar por nuestra experiencia profesional de dos décadas en el sector de la traducción en el mundo de los negocios, podemos afirmar que rara vez existen encargos idénticos ya que, aunque se trate del mismo tipo de texto origen, distintos son los clientes que solicitan traducciones y muy variada es la estructura y el modelo organizativo de estos, por lo que el resultado de la traducción ofrecido por el profesional se ve muy condicionado por distintos factores. Cada una de estas empresas u organismos que subcontrata una traducción en este ámbito de especialidad tiene unas necesidades de negocio diferentes y una serie de preferencias muy específicas en cuanto a la terminología del texto que se debe elaborar, el plazo del encargo, tarifas, recursos documentales, herramientas informáticas y otros aspectos que tienen lugar en el proceso traductor y que influyen irremediablemente en el resultado de la traducción. Además, el cliente que solicita un encargo de traducción no siempre coincide con el destinatario final del texto y, muchas veces, el traductor desconoce a quién va dirigido el texto meta, lo cual complica todavía más lo acertado de las elecciones que deba realizar el traductor en cada caso. El traductor deberá conocer grosso modo en qué consiste la actividad que desarrolla la empresa para la que traduce con el fin de comprender mejor el discurso de su cliente y la terminología o fraseología que este utiliza. Los conocimientos prácticos y la experiencia profesional del traductor pueden ayudarle mucho cuando se trata de enfrentarse a un océano de posibles exigencias planteadas por diversos clientes.
En la siguiente entrada abordaremos la necesidad del traductor de conocer las características y especificidades de los distintos discursos y las dificultades que su traducción entraña.
Autor: Verónica Román
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